Hace unos días cerré mi página de Facebook. Desde Mayo del 2018 no publicaba en mi muro en Facebook, por razones personales incompatibles con las condiciones de Facebook. Desde entonces, hace más de dos años ya, me seguían llegando notificaciones cada día a mi correo, y estos días, finalmente, me animé a cerrarlo definitivamente.
Los bloqueos a mi perfil durante el tiempo de publicación me hicieron reflexionar sobre la vulnerabilidad de la dependencia de las redes sociales. De un día para otro, pierdes la historia de las publicaciones, y los contactos. También, todo queda registrado, cada conversación en privado, cada comentario. A mí, todo esto me resulta incómodo, por llamarlo de alguna manera.
Y, además, se muere si dejas de escribir o publicar. Está configurado de una forma que para tener visibilidad, exige dedicación continua de tiempo. Es como si no se acumula el trabajo, la riqueza, mientras que si compras un libro, lo tienes en la estantería y lo consultas cuando quieres, haya Internet o no. Un blog o una página de cualquier red social, se pueden cerrar o te lo pueden cerrar, y deja de estar disponible. Por eso, cada vez dedico más tiempo a escribir libros.
También, he reflexionado sobre el tiempo que consume la dedicación a publicar y a leer otras publicaciones. Es como si cada vez nuestra vida transcurriera de forma virtual: amistades, comprar, cine, etc. Y, sin embargo, la vida está para ser vivida.
Durante el tiempo de conexión he conocido personas de distintos lugares del mundo, cuyos contactos se han ido diluyendo en estos dos años. Hemos compartido un trocito de vida, y cada cual hemos seguido viaje a otro destino. Hacia todas siento infinita gratitud.
Por otro lado, en este tiempo, he comprendido que puedo contemplar desde una perspectiva espiritual o desde una perspectiva material, la violencia contra las mujeres, contra los niños, contra la Madre Tierra, las guerras, la pobreza, la enfermedad. El panorama es bien distinto desde cada una.
Desde un punto de vista espiritual, la humanidad está perdida de su destino, la Nueva Tierra, el Nirvana, la Nueva Jerusalén, el Reino de los Cielos…
Distintos nombres, el mismo destino: El espíritu de la colmena, seres evolucionados espiritualmente que creen un mundo de Luz.
La acción que emana de seres evolucionados espiritualmente, como no puede ser de otra manera, es bien diferente a la que emana cuando estamos perdidos en el ego – personalidad – materia.
Ya no escribo sobre el mal hoy, sino sobre la Nueva Tierra. Busco y comparto lo que aprendo en mi Blog y en mis libros.
I have closed my Facebook page.
A few days ago I closed my Facebook page. Since May 2018, I did not post on my wall on Facebook, for personal reasons incompatible with Facebook’s terms. Since then, more than two years ago, notifications were still coming to my mail every day, and these days, finally, I decided to close it permanently.
The blocks on my profile during publishing time made me reflect on the vulnerability of social media dependency. Overnight, you lose the history of posts, and contacts. Also, everything is recorded, every conversation in private, every comment. I find all this uncomfortable, to call it in a subtle way.
And, also it dies if you stop writing or publishing. It is configured in a way that, to have visibility, requires continuous dedication of time. It’s as if you don’t accumulate work, richness, while, if you buy a book, you have it on the shelf and you check it whenever you want, whether there’s the Internet or not. A blog or page on any social network can close or be closed, and becomes unavailable. That’s why I dedicate more and more time to writing books.
Furthermore, I have reflected on the time it takes to publish and read other publications. It is as if increasingly our lives happen in a virtual way: friendships, buying, cinema, etc. And yet, life is to be lived.
During the time of connection I have met people from different parts of the world, and their contact have little by little diluted in these two years. We have shared a piece of life, and each of us has followed a journey to another destination. I feel infinite gratitude to all of them.
On the other hand, during this time, I have understood that I can contemplate from a spiritual perspective or from a material perspective, violence against women, against children, against Mother Earth, wars, poverty, disease. The picture is very different from each one.
From a spiritual point of view, humanity is lost from its destiny, the New Earth, Nirvana, the New Jerusalem, the Kingdom of Heaven…
Different names, the same destiny: The spirit of the hive, spiritually evolved beings that will create a world of Light.
The action emanating from spiritually evolved beings, as it cannot be otherwise, is very different from that emanating when we are lost in ego – personality – matter.
I no longer write about evil today, but about the New Earth. I study and share what I learn, in my Blog and in my books.
Dic 11 2020
He cerrado mi página de Facebook
Hace unos días cerré mi página de Facebook. Desde Mayo del 2018 no publicaba en mi muro en Facebook, por razones personales incompatibles con las condiciones de Facebook. Desde entonces, hace más de dos años ya, me seguían llegando notificaciones cada día a mi correo, y estos días, finalmente, me animé a cerrarlo definitivamente.
Los bloqueos a mi perfil durante el tiempo de publicación me hicieron reflexionar sobre la vulnerabilidad de la dependencia de las redes sociales. De un día para otro, pierdes la historia de las publicaciones, y los contactos. También, todo queda registrado, cada conversación en privado, cada comentario. A mí, todo esto me resulta incómodo, por llamarlo de alguna manera.
Y, además, se muere si dejas de escribir o publicar. Está configurado de una forma que para tener visibilidad, exige dedicación continua de tiempo. Es como si no se acumula el trabajo, la riqueza, mientras que si compras un libro, lo tienes en la estantería y lo consultas cuando quieres, haya Internet o no. Un blog o una página de cualquier red social, se pueden cerrar o te lo pueden cerrar, y deja de estar disponible. Por eso, cada vez dedico más tiempo a escribir libros.
También, he reflexionado sobre el tiempo que consume la dedicación a publicar y a leer otras publicaciones. Es como si cada vez nuestra vida transcurriera de forma virtual: amistades, comprar, cine, etc. Y, sin embargo, la vida está para ser vivida.
Durante el tiempo de conexión he conocido personas de distintos lugares del mundo, cuyos contactos se han ido diluyendo en estos dos años. Hemos compartido un trocito de vida, y cada cual hemos seguido viaje a otro destino. Hacia todas siento infinita gratitud.
Por otro lado, en este tiempo, he comprendido que puedo contemplar desde una perspectiva espiritual o desde una perspectiva material, la violencia contra las mujeres, contra los niños, contra la Madre Tierra, las guerras, la pobreza, la enfermedad. El panorama es bien distinto desde cada una.
Desde un punto de vista espiritual, la humanidad está perdida de su destino, la Nueva Tierra, el Nirvana, la Nueva Jerusalén, el Reino de los Cielos…
Distintos nombres, el mismo destino: El espíritu de la colmena, seres evolucionados espiritualmente que creen un mundo de Luz.
La acción que emana de seres evolucionados espiritualmente, como no puede ser de otra manera, es bien diferente a la que emana cuando estamos perdidos en el ego – personalidad – materia.
Ya no escribo sobre el mal hoy, sino sobre la Nueva Tierra. Busco y comparto lo que aprendo en mi Blog y en mis libros.
I have closed my Facebook page.
A few days ago I closed my Facebook page. Since May 2018, I did not post on my wall on Facebook, for personal reasons incompatible with Facebook’s terms. Since then, more than two years ago, notifications were still coming to my mail every day, and these days, finally, I decided to close it permanently.
The blocks on my profile during publishing time made me reflect on the vulnerability of social media dependency. Overnight, you lose the history of posts, and contacts. Also, everything is recorded, every conversation in private, every comment. I find all this uncomfortable, to call it in a subtle way.
And, also it dies if you stop writing or publishing. It is configured in a way that, to have visibility, requires continuous dedication of time. It’s as if you don’t accumulate work, richness, while, if you buy a book, you have it on the shelf and you check it whenever you want, whether there’s the Internet or not. A blog or page on any social network can close or be closed, and becomes unavailable. That’s why I dedicate more and more time to writing books.
Furthermore, I have reflected on the time it takes to publish and read other publications. It is as if increasingly our lives happen in a virtual way: friendships, buying, cinema, etc. And yet, life is to be lived.
During the time of connection I have met people from different parts of the world, and their contact have little by little diluted in these two years. We have shared a piece of life, and each of us has followed a journey to another destination. I feel infinite gratitude to all of them.
On the other hand, during this time, I have understood that I can contemplate from a spiritual perspective or from a material perspective, violence against women, against children, against Mother Earth, wars, poverty, disease. The picture is very different from each one.
From a spiritual point of view, humanity is lost from its destiny, the New Earth, Nirvana, the New Jerusalem, the Kingdom of Heaven…
Different names, the same destiny: The spirit of the hive, spiritually evolved beings that will create a world of Light.
The action emanating from spiritually evolved beings, as it cannot be otherwise, is very different from that emanating when we are lost in ego – personality – matter.
I no longer write about evil today, but about the New Earth. I study and share what I learn, in my Blog and in my books.
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